jueves, 22 de noviembre de 2007

Los comments de la Ilustración

De la obra de Voltaire no se desconoce que ha sabido ser varia; no se desconocen, tampoco, sus anotaciones a los Pensamientos de Pascal, que constituyen la vigesimoquinta de las Cartas filosóficas. Voltaire no quería a Pascal, y hasta lo despreciaba: Pascal era un autor cristiano, él uno moderno, amigo del mundo, de Newton, de la circulación de la sangre, pero no de los teólogos, que entonces como hoy mandaban en las academias. Atento a la retórica y a la época, Voltaire elogia aproximativamente a Pascal, pero le dice misántropo, le dice provocador, le objeta todas las ideas, lo muestra como irracionalista ante la ciencia y como blasfemo ante la religión, lo corrige, lo persigue. De entre tantísimos, léase este ejemplo:

Dice Pascal: La duplicidad del hombre es tan visible que hay quien ha pensado que teníamos dos almas, pues un sujeto simple les parecía incapaz de tales y tan súbitas variaciones, de una presunción desmesurada a un horrible abatimiento del corazón.

Comenta Voltaire: Los locos que han dicho que tenemos dos almas podían por la misma razón darnos treinta o cuarenta, pues un hombre, bajo una gran pasión, tiene a menudo treinta o cuarenta ideas diferentes de una misma cosa, y debe necesariamente tenerlas, según que este objeto se le aparezca bajo diferentes caras. Esta pretendida duplicidad del hombre es una idea tan absurda como metafísica. Igual me daría decir que el perro que muerde y que acaricia es doble; que la gallina, que tiene tanto cuidado de sus pequeños y luego los abandona hasta desconocerlos, es doble; que el árbol que ora está cargado, ora despojado de hojas, es doble.

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