La fuerza de trabajo, con arreglo a su cualidad

En el diario Clarín del domingo (edición impresa) puede verificarse, dentro del suplemento económico bizarramente llamado iEco, un subsuplemento especial destinado a consultoras de RRHH. Esto no debería sorprender, si se tienen en cuenta las consecuencias económico-políticas de la destrucción de los sindicatos. En todo caso, la opinión pública culta sí tiene que saber que hoy la entera pertinencia histórica de los RRHH se juega en el problema de la tercerización. Andrés López, solitario redactor del suplemento, lo sabe perfectamente: todas sus notas versan sobre las inocultables y objetivas ventajas de contratar servicios de RRHH. Esto pone de manifiesto que la relación humana entre el capitalista y el obrero se ha vuelto ella misma una mercancía. Es más barato enredarse con una sofisticada consultora post-autónoma de nombre Maica Palacios o Bernardo Hidalgo que pagarle un sueldo a un alcahuete que seleccione personal y lo eche llegado el caso; nótese que un simple hecho numérico, ínsito a la relación costo-beneficio, da nacimiento al abigarrado mundo de la personalidad del empleado: el mercado laboral siente y se emociona, es complejo, hay que "entenderlo", etc. No puede negarse que el romanticismo está hoy de parabienes.